Saludos, no me presento porque no quiero, sólo comento que ayer después de tener una buena idea que por limitaciónes ajenas a mi no pude plasmar en su momento, y que se fue degradando hasta quedar como quedó. Ay pues.
GOD HAS LEFT THE BUILDING
Que quede claro, NO creo en tú dios, en tus milagros, en tus versos recitados en libros con bordes dorados, ni en el dios del vecino de a lado, ni en el que ninguno de vosotros creáis, tengo por “dios” una mezcla de conceptos que oscilan entre el panteísmo, el agnosticismo, el budismo, y el ateismo. Entonces ¿a qué viene una alusión a dios?
Después de meditarlo mucho, la opción mas optimista que pude pensar fue esa, GOD HAS LEFT THE BUILDING, (vamos no lo tomen tan personal, mi primera opción fue que dios ha muerto) pero después me di cuenta que dios no puede estar muerto, punto y a parte claro está de la omnipotencia implícita en este ser, de su imposibilidad de morir; sin importar cuantas veces le apuñalemos con las cruces de nuestra indiferencia, cuantas coronas de odio a nuestros congéneres le pongamos una sobre otra, apiladas como sombreros de copa al mas puro estilo del caballero galante y atemporaneo (cómo sin duda debe serlo dios).
Dejando en el olvido cuantas veces le azotemos con el látigo de nuestra indiferencia y nuestra hipocresía, cuántas veces deshagamos y rehagamos esa imagen de dios a través de los tiempos, cuantos diferentes nos inventemos, de cuantos géneros, características, colores, tamaños formas, femeninos, masculinos, fálicos, andróginos, heterogéneos, complementarios, (mira que hemos sido cabrones los hombres, ¿que más egocentrismo que inventarnos un dios a nuestra imagen y semejanza justificando que fue a la inversa?), sin importar todos estos sucesos y torturas repetitivas como el tiempo mismo, Dios no puede estar muerto.
Oh no, creanme hay que ser muy ingenuo para creer que Dios ha muerto pues, ¿A caso el niño que ha estado acomodando a las hormigas para que no puedan huir de la lupa, se va antes de que caiga el rayo de sol más conveniente a sus dulces propósitos? Y es que somos las hormigas de aquel dios vengativo, no puedo imaginarme por un lado un Dios benevolente y por otro un dios que azota su propia creación con catástrofes colosales, inequidades brutales y demás aberraciones cometidas tan dulcemente por cada uno de nosotros.
Se dice que dios descansó el séptimo día, mas bien yo diría se sentó en su megalítico sofá preparó palomitas del tamaño de planetas y se dedicó a observar su creación, una perfecta máquina de goldberg, como esas del dominó, que al ser activada tomaría para el (unos segundos) y para nosotros millones de años en llegar a su fin.
Y es que mis queridos seres humanos, no gozamos de un dios benevolente, caritativo, perdonador y demás mamarrachadas que os habeis tragado a lo largo de los años. Teneis por dios a un tipo fríamente calculador, dios no ha muerto sólo tomó posesión allá desde donde mejor pudiera ver todas y cada una de las aplastantes fichas que van cayendo una a una sobre ustedes, y es que; ¿Qué derecho teneis a reclamare cuando su intención no fue ser vuestro benevolente dios ni su salvador todo poderoso, sois sólo aquellos que se han atravesado en su juego de niños.
Yo por eso me hago para acá y los dejo chingarse por allá.
I have left the building too.
He dicho.
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